Hace unos años, situaciones personales derivaron en que mi pelo se cayera a mechones entre otros síntomas. Notando que eso no podía ser normal, entré en un sendero meandroso que me llevó a cambiar la dieta, parte de mi forma de vida y hacer las preguntas base que rompen los sistemas establecidos: ¿es realmente necesario usar shampoo para lavar el cabello? ¿hay alguna otra opción? (Una que no me deje calva por ejemplo… ) Así es como descubrí el movimiento no-poo.